lunes, 10 de octubre de 2022

La evaluación de la conducta adaptativa

 

Hablar de conducta adaptativa se ha vuelto un tema común entre los profesionales de la educación especial, principalmente. Es un concepto que se utiliza con frecuencia y que cada vez más, adquiere relevancia en el trabajo de los servicios educativos, sobre todo, en el ámbito del diagnóstico e intervención de algunas condiciones, primordialmente, de la discapacidad intelectual y las dificultades severas de aprendizaje. 

A través del tiempo, la conducta adaptativa ha tenido diversas conceptualizaciones, que han pasado de aspectos motrices y madurativos hasta los actuales, donde se concibe como el conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria (Shalock, et al., 2010). Esto lleva a pensar en la importancia que tienen y que no sólo se relacionan con el desempeño de una persona con discapacidad, sino que cualquier persona en su vida cotidiana las desarrolla y pone en práctica; por lo cual pueden ser un referente para ubicar lo que se espera de cada individuo, en determinadas etapas de su vida e identificar las fortalezas o áreas de oportunidad para su mejor. 


El identificar esas áreas de oportunidad se vuelve importante en el campo educativo, dado que es parte de los criterios para el diagnóstico de la discapacidad intelectual, pero más allá de esto, para la identificación de los apoyos que facilitarán el aprendizaje y la participación de los alumnos.

Definitivamente, la conducta es uno de los elementos más difíciles de medir, por lo que, si se hace con criterios subjetivos, se corre el riesgo de que los resultados no sean correctos ni permitan rescatar la información necesaria y pertinente para su uso en el diagnóstico y la definición de apoyos. Esta dificultad se ha salvado ante la elaboración de instrumentos estandarizados que se constituyen como una herramienta para profundizar en el conocimiento de los alumnos y el contexto en que se desenvuelven.

En nuestro caso, hemos trabajado con la Escala de Conducta Adaptativa Escolar (ABS-S:2), que nos ha permitido avanzar en el tema de diagnóstico fundamentado que no se limita a la aplicación de test de inteligencia, sino que considera esta otra parte y permite una evaluación más integral. Como todo instrumento estandarizado tiene sus características y consideraciones que deben ser revisadas a detalle por el aplicador para que sea bien aprovechado, sobre todo, para definir los apoyos necesarios y las acciones de intervención de los involucrados en el proceso de atención.

Mayor información sobre esta prueba puede consultarse en el instructivo de aplicación y en otros materiales que se han creado para orientar a quienes lo aplican. Estos recursos pueden consultarse en nuestra sección de documentos de consulta, en la carpeta de Instrumentos evaluación, donde encontrarán un compilado de materiales sobre el ABS-S:2 

https://drive.google.com/drive/folders/1zjLlAP7NeMdjzPMZ0-QtWBKfVpPE8D86?usp=sharing



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